Bien, yo también estoy encargada de dinamizar otro área del Congreso Virtual. En mi caso, corresponde a la
Zona de Experiencias de Lenguas Extranjeras en Ed. Primaria.
En el área de inglés hay muchas posibilidades en la red. Medio Google está lleno de página en inglés que pueden resultar útiles para la enseñanza de este idioma. Son reales, están plenamente contextualizadas. Y en la Web 2.0 hay muchas herramientas que permiten realizar proyectos abiertos en el aula, un diario de clase o un aula virtual, un repositorio de actividades o juegos on-line, pasando por las noticias de clase publicadas en un weblog o la publicación de los trabajos de los chicos.
Si estás usando algo de esto, si dispones y usas en tu clase de inglés una página web, blog, wiki… si has realizado algún proyecto, no importa su embergadura (a veces algo sencillo puede contener mucha originalidad e innovación) y quieres darlo a conocer a la comunidad escolar, ponte en contacto conmigo en
mjesusra@gmail.com
Piensa que la labor de este Congreso es doble (y, si me pongo a pensarlo, ya me quedo corta), y siempre beneficiosa y necesaria para la “educación en el hoy”, sobre todo si somos de los locos esos del ratón y el portátil.
Por un lado, tiene una función de descubrimiento de todo el trabajo de introducir Internet en el aula que profesores (con o sin apoyo de su comunidad escolar), están realizando. Me consta que muchas veces se ha luchado contra molinos de viento, imposibles de derrotar; o como islas, en las que te azotan vientos y mareas por todas partes y estás más solo que la una. Algunas veces son trabajos desconocidos fuera del entorno directo del aula. Creo que este congreso puede ayudarnos a descubrir algunos tesoros, algunas perlas escondidas en su concha y que, de algún modo, sus autores salgan a la luz; que por una vez sea reconocido su trabajo y les recompense las horas echadas en esta preciosa tarea de buscar nuevos medios de acercar el conocimiento y la iniciativa a sus alumnos.
Y, por otro lado, nos ayuda a todos a aprender, a vislumbrar nuevos puntos de vista, a flexibilizar todo lo que sabemos y a ser creativos; a dejarnos llevar de otras experiencias y trasladarlas hacia la nuestra, "buena o mala, pero mía" (como decía Miguel Ríos) y que siempre nos hará avanzar. Sobre todo, porque de esta experiencia pueden nacer muchos frutos: hacia alumnos, hacia compañeros.
Si lo que hemos aprendido en este Congreso nos hace que podamos contagiar a nuestros alumnos, si logramos no sólo que aprendan los contenidos, sino que la sepan expresar, compartir, analizar, buscar, exponer, representar, criticar, valorar, disfrutar, etc. con las diferentes herramientas que podemos poner a su alcance, si los medios en los que alcanzan esos contenidos son también para ellos motivo de aprendizaje y desarrolla nuevas habilidades, entonces habrá valido la pena.
Entre los compañeros de profesión, hay unos pocos que quizá valoran este trabajo de integración de las TIC sin llegar a atreverse a mover un dedo. Quizá les asusta el “mogollón” que se les viene encima, si deciden cambiar de metodología. O quizá no disponen de tiempo para investigar ni preparar nada. O no se sienten con suficientes habilidades tecnológicas para emprender un proyecto. Si este Congreso permite a algunos contagiarse de las experiencias de otros, desprenderse de algún miedo, descubrir algún truco sencillo que le permita un pequeño proyecto innovador… si simplemente le remueve una sana envidia hacia lo que otros ya están disfrutando en el aula, y esto le hace prestar atención a lo que Internet puede ofrecer en educación… y logra llevar también esta ilusión a sus alumnos, ¿qué más podemos pedir?