Expresan desde hace unos meses distintos analistas en la esfera anglo su descontento, su aburrimiento respecto a la ausencia de innovación en la web2.0. No sé si os ocurre a vosotros pero me resulta ya difícil a veces seguir hablando, blogueando sobre aplicaciones que repiten las mismas funcionalidades con distintos matices.
En el caso del microblogging el tema es paradigmático: La escasa inversión económica necesaria para su supervivencia o, en términos de Innovación, el poco riesgo que supone el probable fracaso a medio plazo de Plurks, Jaikus, Pownces y los mil derivados de Twitter que podríamos citar hoy son un campo abonado para la
pérdida de tiempo de los usuarios y algo peor: la
pérdida de recursos que quizás, encaminados a objetivos distintos que ganar cuotas de mercado para poder ser comprados o partiicipados en un futuro por alguna gran empresa, podrían dar mucho de sí.
Tema de debate en la esfera anglo, se buscan Startiups para cambiar el mundo. Se reta así a inversores, a los líderes tecnológicos de esta ya no-innovación, en base a un
discurso que podría resumirse en lo siguiente:
Los precios de la comida son exorbitantes, la energía es cada vez más tóxica y costosa. Nos encontramos al borde de un cataclismo económico. El capitalismo del siglo XXI necesita una revolución. Mientras que el mundo de los negocios sigue pensando sólo en beneficios, la mayor parte del la población mundial lucha aún contra una extrema pobreza. Ni siquiera nuestra salud es sostenible. Somos cada vez más ricos pero no parece que sea un bienestar duradero. Nuestro crecimiento no es ni sostenible ni puede ser considerado un verdadero crecimiento.
Todo ello da lugar a un manifiesto reciente, ideado por
Umair Haque, en el que se pregunta cómo puede la web 2.0 ayudar a:
Organizar el hambre en el mundo. Organizar la energía en el mundo. Organizar la sed en el mundo.
Organizar la salud en el mundo.
Organizar la libertad en el mundo.
Organizar las finanzas en el mundo.
Organizar la educación en el mundo (eso sí sería realmente edupunk)
Es un manifiesto compartido con otros grandes analistas e inversores que como Fred Wilson, importante bloguero en la esfera americana, se declaran ya "
bored with Web 2.0," (aburridos con la web2.0):
Asi como en otros ámbitos científicos existen parcelas que estudian temas serios, como el desarrollo de la energía alternativa o de la tecnología biomédica,
hacer de la web un lugar más social, inteligente, ubicuo (móvil) o divertido, no parece una labor tan relevante y a la que deban dedicarse tantos recursos.
O, como diría Sarah Perez en RWB: la Web 2.0 es
como una golosina pero no la parte fundamental de una comida sustanciosa.
Parece que es un arma perfecta, pero ¿Cómo podríamos usar la web2.0 de forma comprometida y trascendente para el futuro de la humanidad? ¿Podríamos ir más allá de sus usos sociales triviales y devolver al propio término de lo social sus ambiciones políticas en favor de los más débiles?
Existen, en mi opinión, tres formas de hacerlo, de acuerdo con distintos tipos de Responsabilidad social:
-En el caso de la
Responsabilidad social corporativa (revisábamos, pòr si tenéis dudas respecto al término, en
este post su significado en este contexto), el tema está en pedir, como consumidores, a las grandes compañías que añadan valor, en su carrera competitiva, en base a la
cesión de beneficios de forma directa a la provisión de tecnologías adecuadas a esa gran mayoría de la población mundial que no tiene acceso a las NNTTs. El fracaso de cosas como la iniciativa OLPC debería hacernos pensar...y mucho, acerca de la insostenibilidad global de esta nueva panacea que llamamos web2.0
-También los
consumidores y prosumidores o productores de información deberíamos potenciar, difundir las iniciativas, las inversiones, la innovación significativa en cuestiones de auténtico valor y no la repetición cansina de intentos casi
imposibles, según este artículo en Finantial Times, de rentabilización de un
producto ya desgastado y con un mercado minoritario y casi agotado.
-O aportar ideas, bien sea mediante
usos innovadores de lo que ya tenemos (la
cooptación pro causas sociales de los medios sociales o tecnologías mainstream (Digg activista: Yogrito o la creación en Facebook/MySpace de grupos de presión anti FARC, de soporte a las víctimas del terremoto en China, grupos de apoyo a Cruz Roja, etc...)) o a través de
nuevas tecnologías ideadas desde su inicio para fines concretos.
Como ejemplo de esto último tenemos el posible desarrollo que se expone en
este post de Paul Lamb: Una aplicación
móvil que podría contribuir al desarrollo de las comunidades más pobres:
LOCOBEAT haría de los medios sociales y la colaboración herramientas reales para el crecimiento económico. Pensada para el segmento más pobre de la población estadounidense, sus funciones incluirían el trazado de rutas más seguras para ir al trabajo o a la escuela, el envío de alertas sobre el mapa de nuevos empleos disponibles, (un LinkedIn móvil), un sistema de promoción de artistas locales, mensajes de texto sobre ofertas en alimentación, etc...
Personalmente creo que la fuerza de la idea proviene del hecho de que son las
tecnologías móviles las que proporcionan su soporte. Resulta sorprendente comprobar la implantación de los móviles, muy superior a la de los ordenadores entre poblaciones excluídas de lo digital. Así lo defienden en
Mobile Active, organización para el uso del móvil en la promoción de causas sociales o en un
reporte de naciones unidas en el que afirman que la tecnología móvil puede cambiar la fomra en la que las ONG trabajan.
Y parece utópico, sí, pensar en empresas que nazcan para fines distintos al de enriquecerse. Pero quizás no lo sea tanto si tenemos en cuenta que muchas de ellas son impulsadas por
nuevas generaciones, teóricamente más responsables en temas medioambientales. Tenemos experiencia, además, en iniciativas no lucrativas que provienen de sectores igualmente ligados a concepciones poco sociales de negocio, como los
microcréditos que algunas entidades facilitan. Algunos años de
Responsabilidad Social Corporativa podrían ser nuestro aval y experiencia a trasladar a la web.
Dejaros, finalmente, una relación de ideas y
desarrollos en marcha:
-Kit para ONGs de
RRW (revisión de herramientas que incluye soluciones web globales para las mismas como
CivicSpace,
Convio o
Democracy in Action)
-
GPS Educativo (en portugués)
-
Decision for heroes: Servicio de soporte para grupos en sitaciones ...
-
Bringlight.org: Donaciones online a distintas campañas
-
Change.org: similar a la anterior pero con redes sociales a las que podemos unirnos en relación a distintas causas.
-
Idealist.org: Bolsa de trabajo-voluntariado, similar en español
Pangea,
Canal solidario, etc...
-
kiva.org: Aliviar la pobreza conectando personas que pueden dar microcréditos y emprendedores de países en desarrollo.
-
Amazee.com: Primera plataforma social colaborativa, para encontrar apoyo, personas afines a cada proyecto.
-
Portal de ayuda mútua enfermos de Hepatitis.
-
Yo grito: Digg, menéame de causas sociales.
Quería mencionar también algunos
blogs sobre activismo en Español que leo desde hace tiempo:
El viaje de Odiseo,
No suma cero o
No hay tiempo que perder.
Y recordar a quienes sí lo tienen realmente difícil para cambiar el mundo: Los propios afectados por el terror contra la libertad, los
blogueros iranís amenazados estos últimos días de muerte por expresar su disconformidad con el sistema (gracias, Fernando, por la info)
¿Se os ocurre alguna idea más? Quizás, entre todos, podamos.
Dejadme despedir este post con una ironía que creo que todos podríamos aplicarnos: menos twitteo, (para quienes no lo sepáis, twittear se traduciría como gorjear) menos pajareo y más acción.
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