DISERTACIONES EN TORNO AL PARADIGMA INFORMACIONALISTA I

[Wilfredo Trinidad]

La tecnología la ha venido desarrollando el ser humano desde tiempos inmemoriales, desde la época de las cavernas hasta el presente siempre ha sido un sostenido avance tecnológico, desde la cuchilla de piedra, pasando por la rueda, hasta el más poderoso de los microprocesadores, y es que los paradigmas desde aquél a este, sólo han variado en la velocidad de instauración y caducidad.

Puede definirse un paradigma como un sistema de creencias, un modelo, Capra, en su obra “El Punto Crucial” (1999), lo define como la mentalidad, los conceptos y sistemas de valores que forman parte de una visión particular de la realidad.

Ahora bien, dilucidado ese concepto, es pertinente ponderar que los paradigmas específicamente en la rama tecnológica, transformaron el ecosistema social del siglo XX, haciendo dar un salto cuántico a diversidad de saberes, ciencias, artes y el surgimiento de la informática y a los sistemas de información, pasando de la era del papel a la era virtual. En ese sentido se hace necesario referenciar dos paradigmas que lograron lo antes descrito, como lo es primeramente la Arqueología del saber, de Michael Foucoult, cuyo análisis sobre el discurso científico pone de manifiesto que la comunidad científica no es ajena a la influencia de los códigos, y que asimismo no puede estar alejada del proceso discursivo que utiliza para dar cuenta de los hechos, que representa a la naturaleza o la sociedad.

Asimismo, como segundo paradigma de impacto, se tiene al de las tradiciones de la investigación, de Laudan, quien en 1977, sienta las bases de la epistemología contemporánea, perfeccionando algunas tesis de Khun, las cuales, contextualizándolas en este siglo XXI, el cual se ha caracterizado por su gran crecimiento en la tecnología de la información y comunicación, conjugándose todas vienen a devenir en un paradigma tecno económico, el cual se caracteriza por cambios constantes en la estructura económica a nivel de producción, distribución, comunicación y consumo, y por ende en la sociedad, la cual a raíz de este paradigma comienza a estructurarse en redes.

Ahondando en el tema, esa estructuración en redes ha cambiado las relaciones laborales, las comerciales y hasta las personales, así como también se han impuesto nuevos modelos gerenciales en el cual la herramienta 2.0 se impone en un sin fin de aspectos que hasta ahora eran tenidos como exclusivos e individuales, ya la vida personal es pública, no se compra en los abastos, puesto que el e-comercio, el e-trabajo, el e-gobierno, han suplantado para mejorar toda una serie de procedimientos que dinamizan la vida del ciudadano común y de la sociedad red que se ha hilvanado alrededor de estos.

Ahora bien, sopesando de soslayo lo antes expuesto, podría decirse que se vive un momento onírico en este paradigma informacionalista, pero la realidad ha traído una serie de distorsiones, conjuntamente con las mejoras, y es que a la par de la sociedad real, en la sociedad en redes donde la virtualización tiende a ser la meta y camino, también ha aparecido el crimen, y se habla entonces de ciber crimen, y de ciber criminales, lo que originó entonces la creación de e-detectives y de e-policías que cuiden que esta unión de aldeas globales tenga orden jurídico-legal, siendo lo que en la ciencia jurídica se conoce como control social un e-control de redes sociales.