Post scriptum:

el monolito de la foto es un monumento a Fernando Pessoa, uno de mis poetas favoritos, en el Monasterio de los Jerónimos, de Belem.

Como filósofo, soy naturalmente curioso. Pero este mundo de las redes sociales me había echado algo "para atrás", pues sólo las veía como un medio adolescente de comunicación vacía. Sin embargo, al informarme más sobre él, pienso que puede ser interesante y una herramienta de trabajo que puede potenciar el nuestro, algo decaido últimamente.

Respecto a mi perfil, soy un metafísico empedernido, curtido en la Universidad Autónoma, de la mano de Angel Gabilondo y Manuel Navarro Cordón -y otros profesores que sería prolijo citar-, al que "le van" las cosas serias y bien hechas y que cree que hay que dar una vuelta total a nuestro sistema educativo, que está haciendo aguas por todas partes.

Por ello y de la  mano de mi mujer, Esther, me lanzo a la palestra o el ágora que supone este mundo virtual para aportar mi granito de arena y mis ideas -aunque advierto que algunas pueden ser, como semidiscípulo de Nietzsche, algo "dinamiteras"-.

Y mis reflexiones, que cuelgo en nuestro blog HumanistasSupervivientes.