El viaje les había tocado en una caja de sorpresas, Nico estaba feliz, por primera vez en mucho tiempo iba a irse de vacaciones con su madre. Ella trabajaba mucho y Nico a penas la veía.
Realizaron la maleta con mucho entusiasmo, los calcetines, la camiseta, ¡No podían olvidarse del bañador!
Lo más divertido fue ir hasta el aeropuerto, en las señales de tráfico había un dibujo de un avión que nos indicaba por donde ir.
Montar en avión también fue especial, Nico nunca había viajado antes por el aire, veía a la gente como hormigas y las nubes tan cerca que casi podía olerlas.
Nico y su madre se alojaron en un bonito hotel, donde había un cartel con una H en la entrada. Un hombre se hizo cargo de su maleta, y les llevó a una preciosa habitación.
Después de un día en la playa, Nico quería ir a jugar al parque del hotel.
- - Mami, ¿Podemos ir al parque?
- - Claro.
Su madre tuvo una idea mejor, mientras Nico se divertía en el parque infantil, ella podría ir haciendo las compras. Quería comprar varios regalos a sus amigas, y el abuelo necesitaba unas zapatillas.
- - ¡Nos vamos al Centro Comercial!
Salieron del hotel y siguieron las indicaciones hasta el centro comercial.
Ya en el centro comercial, y mientras buscaban el parque infantil, Nico se acordó de que no había ido al baño en el hotel. Si su mama se iba de compras, podían entrarle ganas y él no podría salir del parque.
- - Mami, tengo pipi.
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