Todo aquel que dicta conceptos propios de cualquier rama del saber, como por ejemplo la Música, se presenta en calidad de teórico, y como tal queda expuesto a la crítica. Son muchos los rincones de la Red donde se dicta Teoría de la Música; yo me asomo a estos rincones y de ahí recojo los conceptos que someto a crítica. En mi concepción del estudio de cualquier teoría se considera como pilar fundamental para el conocimiento de la misma, tomar como punto de partida la crítica de los conceptos ya existentes. En uno de estos rincones me encuentro con lo siguiente:
Lo que ahí se dice:
1. El
Pentagrama es un conjunto de cinco líneas.
2. El
Pentagrama se utiliza para asignar el nombre de la
Notas a las
Figuras.
3. Las Figuras se representan sobre el Pentagrama.
4. Las
Figuras se sitúan en el
Pentagrama.
5. Según se encuentren en una línea o en un espacio, las
Figuras recibirán un nombre u otro.
6. La
Clave decide que asignación tiene cada uno de los espacios o de las líneas.
7. La asignación del nombre de las
Notas está en función de la
Clave que se utilice.
8. La
Clave designa el nombre de las
Figuras que se colocan en el Pentagrama.
9. Las
Notas se representan por medio de nombres.
10. Las
Figuras son signos que indican la duración de las Notas.
Elaboración teórica crítica
1
“Pentagrama” es un término de sobra explícito; no es necesario, pues, decir que el
Pentagrama es un conjunto de cinco líneas. Pero el que se empeña en definir aquello que no necesita definición, que se atenga a las consecuencias:
He aquí un conjunto de cinco líneas, que claramente no es un pentagrama. Así se demuestra que la definición dada de
Pentagrama es demasiada abstracta, le faltan determinaciones.
2
A las
Figuras no se le asignan el nombre de las
Notas. En primer lugar, las
Notas no tienen nombre; las
Notas son nombres que se le dan a determinadas
Alturas (
Tonos). En segundo lugar las
Figuras ya tienen nombre: Redonda, Blanca, Negra, Corchea, Semicorchea, Fusa y Semifusa. Así, pues el
Pentagrama no tiene la utilidad de dar nombre a las
Figuras.
3
Se habla de que las
Figuras se representan en el
Pentagrama, y se habla a la vez de que las
Figuras se sitúan en el
Pentagrama; hay que aclararse, o una cosa o la otra. Las
Figuras no se representan, las
Figuras representan de forma relativa al aspecto del sonido denominado
Duración.
Dividimos idealmente el tiempo en partes iguales, con el fin de expresar una particular duración de sonido en un número determinado de esas partes; así, por ejemplo, el siguiente conjunto de números enteros:
4 2 3 expresa el ritmo de sucesión de tres sonidos individuales, el primero tiene una duración de 4 partes, el segundo una duración de 2 partes y el tercero tiene una duración de 3 partes.
Si la
Figura que representa una duración de 1 parte es la Corchea, la representación de este ritmo, de estas relaciones de duración, sería tal cual aparece más abajo.
Aquí la Corchea representa una duración de una parte.
Pero si la duración de 1 parte está representada por la Negra la representación del ritmo en cuestión sería esta otra:
Observamos como un mismo ritmo aparece representado de dos maneras distintas. Es por lo que decimos que la
Figuras representan la
Duración de un modo relativo; así, por ejemplo, en (I) la duración de 4 partes aparece representada por la Blanca, mientras que en (II) la duración de 4 partes aparece representada por la Redonda. En la Escritura Musical Convencional un mismo ritmo puede representarse de diversas maneras.
4
Lo que se sitúa en una línea o en un espacio no es la
Figura en su totalidad, sino una parte de la misma, más precisamente: lo que se sitúa en una línea o en un espacio del
Pentagrama es la cabeza de la
Figura. Esta colocación no le da un nombre distinto al que la
Figura ya tiene. Por ejemplo, no se puede llamar Sol a la
Figura Blanca por el hecho de que la cabeza de la misma esté situada en la segunda línea del
Pentagrama, en Clave de Sol.
5
Ahora se dice que la
Clave asigna el nombre a las líneas y espacios del
Pentagrama. Anteriormente se dijo que el
Pentagrama asigna el nombre a las
Figuras, según estén situadas éstas en una línea o en un espacio. Más tarde se afirma que la
Clave designa el nombre de las
Figuras situadas en el
Pentagrama. Este tortuoso movimiento teórico nos mete en un callejón sin salida. El
Pentagrama y la
Clave no le asignan el nombre a las
Figuras, ni la
Clave le asigna el nombre a las líneas y los espacios del
Pentagrama. Las líneas y los espacios del
Pentagrama no tienen nombre.
6
Las
Notas no se representan por medio de nombres. Las
Notas no tiene representación, ni tienen nombre. Las
Notas son nombres que se le dan a determinadas
Alturas (Tonos).
7
Las
Figuras no son signos que indican la duración de las
Notas. Las
Notas no tienen duración. La duración no es un atributo de la
Notas; la duración es un atributo del
Sonido.
Desenlace
Todo este tremendo enredo teórico se produce, entre otras razones, por no tomar al
Sonido como punto de partida, más precisamente, a dos de sus cuatro aspectos: la
Duración y la
Altura.
a. Para representar la
Duración se usan, entre otros, unos signos denominados
Figuras.
b. Para dar nombre a determinadas
Alturas (Tonos) se usan la
Notas.
c. Para la representación de las distintas
Alturas se usa el
Pentagrama en unión con la
Clave; cada línea y cada espacio representa una determinada altura propia de la Escala Mayor de Do.
d. Para indicar una particular
Altura se sitúa la cabeza de la
Figura en una línea o en un espacio.
copyright © 2009 Vicente Umpiérrez Sánchez
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