Se inicia el curso y volvemos con un nuevo espacio de reflexión para debatir sobre si las Tecnologías de la Información y Comunicación constituyen nuevas oportunidades o nuevas formas de exclusión.
Los profesores Francisca Negre y Fco. Javier Soto Pérez nos invitan a dirigir nuestros esfuerzos para evitar las desigualdades sociales que la brecha digital provoca.
La tecnología puede ser un instrumento privilegiado para disminuir las dificultades de aprendizaje del alumnado que vive situaciones de discapacidad o desventaja que les impiden beneficiarse de los recursos educativos tradicionales.
Pero no basta con disponer de herramientas e infraesctructuras, es necesario tener disposición política y la formación adecuada para que el alumnado con necesidades educativas especiales pueda beneficiarse de todas sus posibilidades y así las TIC no se conviertan en una barrera más de su integración social y ciudadana. Las escuelas tienen que aprender nuevos modos de enseñanza para atender la diversidad en sus aulas.
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