El dibujo y la pintura como herramienta de atención psicosocial en la interpretación hermenéutica desde la exploración plástica en los niños víctimas de la violencia en los Municipios de La Cruz, Mosquera, Cumbitara y Leiva en el departamento de Nariño
Po r
Francisco Javier Portilla Guerrero[1]
Resumen.
El texto hace referencia a una experiencia de reflexión en un intento de inclusión social que busca hacer evidente como la violencia del conflicto Colombiano afecta el imaginario de los niños en los municipios de zona roja del departamento de Nariño y de como este se hace evidente en las imágenes re-creadas desde sus dibujos como un acto de comunicación y resistencia.
Palabras clave:
Violencia, desplazamiento, arte, desterritorialidad, territorialidad, hermeneutica, psicosocial.
Pero la muerte va también por el mundo vestida de escoba, lame el suelo buscando difuntos, la muerte está en la escoba,
es la lengua de la muerte buscando muertos, es la aguja de la muerte buscando hilo.
Neruda
Introducción
El presente tejido es el resultado de una experiencia investigativa en curso que refleja la experiencia que como artista plástico e investigador social se desarrolló dentro del programa Unidad Móvil de atención psicosocial a víctimas de la violencia por conflicto armado en Colombia, del ICBF, regional Nariño. Basándose en una interpretación desde el enfoque psicosocial a población infantil víctima de violencia en el departamento de Nariño en el año 2003 con el fin de asumir como desde la plástica como elemento de proyecciones emocionales se visibilizan los efectos de la violencia y desde allí los procesos de catarsis y reciliencia. El alcance de este acercamiento permitió desarrollar estrategias de intervención tendientes al desarrollo de la atención psicosocial en niños y niñas víctimas del conflicto, en aras de facilitar su recuperación emocional. Todas las expresiones pictóricas, textuales y orales registradas en el presente documento hacen parte de las experiencias directas de quienes convivieron y aun conviven con el conflicto.
La intención de este texto es dejar abierta la puerta a la reflexión que permita sentir una responsabilidad directa frente a las invisibilidades de unas violencias de cuyas responsabilidades somos culpables sino por acción, por omisión.
Instrumentos metodológicos:
La investigación tiene como enfoque el histórico hermenéutico bajo un método hermenéutico y etnográfico ya que desde la observación de hechos sociales intenta comprender para dar sentido dentro de un marco circunstancial histórico y cultural; tiene como instrumentos de recolección de información la recuperación de la historia colectiva, los talleres, Los diálogos informales y los imagos por supuesto, y toma como base de interpretación hermeneutica los imagos de niños víctimas de la violencia de los municipios de La Cruz, Mosquera, Cumbitara y Leiva en el departamento de Nariño.
De los treinta y cuatro artículos de la ley 387, muy poco es lo que se logra hacer de manera directa para mejorar las condiciones de vida para las personas en condición de desplazamiento ya que va en vía contraria a las dimensiones del desplazamiento, mientras la población desplazada aumenta los recursos para ayuda humanitaria disminuyen en razón
del aumento del pie de fuerza para una guerra que no da las mínimas muestras de al menos una posibilidad de resolución.
Las siguientes son algunas reflexiones derivadas de un conversatorio3 encuesta dada en el marco de la atención psicosocial realizada a una serie de familias desplazadas re-ubicadas en el municipio de Pasto:
“Nosotros fuimos escapados de la muerte por que nos iban a matar”
Cuando le plantean a la persona en condición de desplazamiento la posibilidad de retornar a su sito de origen, al parecer ellos lo interpretan como una forma de re – desplazamiento, desplazar al desplazado de la zona receptora, como lo manifiesta en uno de sus comentarios “Las entidades no quieren que los desplazados se queden sino que retornen a su lugar de origen” como si no se entendiese que los lugares de origen aun representan alto riesgo para la población en condición de desplazamiento ya que consideran que la muerte los espera, representada en los actores armados…Para algunos la posibilidad de trabajar en el sector rural les genera temor por las circunstancias de violencia e inseguridad, el retorno a su lugar de origen y la posibilidad de re-encontrarse con su tejido social se presenta ante ellos como una utopía dada las características del conflicto armado Colombiano, “Yo retornaría cuando se arregle el País...”
Muchos de ellos comparten la vivienda, arriendan más de una familia por habitación, generan ingresos mínimos de actividades de rebusque, las madres cabeza de familia, para poner un ejemplo trabajan en reciclaje o venden mercancía por temporada, lavado de ropa,
3 Conversatorio realizado con población en situación de desplazamiento en el marco de la atención psicosocial en el año 2002
servicio doméstico; en los hombres los trabajos se dan en construcción como albañiles, celaduría o carga afirman que de parte de las instituciones reciben capacitaciones para desempeño laboral pero que estas se ven inútiles frente a la escasa oferta laboral y la masiva competencia “Estamos llenos de diplomas de capacitación pero no podemos hacerlos efectivos por la falta de oportunidades”, afirma un líder de asociación, que mira en las instituciones una oportunidad frustrada...
Las situaciones y condiciones de desplazamiento fracturan la unidad familiar, las familias se separan, dejando a pares, hijos, parejas, “tres enmascarados nos obligaron a desocupar... a mi esposo se lo llevaron los paras a las once de la noche, lo golpearon el todavía sufre de la cabeza a causa de los golpes... Allá teníamos cuyes, marranos, gallinas, mi Mama que se quedo allá dice que todo se lo comieron que ya no hay nada ” entre los motivos más constantes de desplazamiento están por la posibilidad de que la guerrilla reclute a sus hijos o intenten abusar sexualmente de sus hijas “trataron de violarnos, nos dieron cinco minutos y salimos yo no mas cogí los papeles de ellos (refiriéndose a los documentos de identidad de sus hijos)... mi Papa murió mas primero, mi tío desapareció... llegaron ellos (grupo armado no definido) dijeron que les maten gallinas y luego quisieron aprovecharse de nosotras... yo no quiero volver porque la experiencia me puede volver a pasar”, otro de los motivos son amenazas directas, asesinatos a miembros de la familia “ Me mataron un sobrino, me amenazaron los hijos, me los iban a llevar”...
El núcleo familiar en su conformación oscila por lo general entre tres hasta once miembros por promedio entre los que se destacan las madres cabeza de familia, uniones libres, hijos
entre los cero y catorce años, sobrinos, adultos mayores, y muy frecuentemente uno de los miembros de la familia sufre de alguna discapacidad...
El dibujo y la pintura como herramienta de atención psicosocial en la interpretación hermenéutica desde la exploración plástica en los niños víctimas de la violencia en los Municipios de La Cruz, Mosquera, Cumbitara y Leiva en el departamento de Nariño
La intención aquí es la de hacer un tejido de lectura hermenéutica pero con la variante del rol del arte asumido dentro de los cánones de la metáfora, en el sentido de la interpretación, plateando como interrogante su utilidad en un sistema que existe desde la visión alegórica y que margina toda intención metafórica, por temor a una anarquía tal vez no valorada desde sus dialécticas posibilidades.
Nuestro pensar supone siempre la comprensión de otras personas, somos en él nos somos, es el otro quien en una interesante proporción define la interpretación del auto concepto fundamentado en la comprensión, ya que solo en la comparación de mí mismo con otros adquiero yo la experiencia de lo individual en mí. Y en los dibujos y pinturas de los niños no solo se proyectan las individualidades del autor sino que confluyen todas las individualidades de los posibles lectores provistos de mundos y sub mundos que no necesariamente necesitan de un intérprete para que les guié por la senda de lo que deberían sentir de acuerdo a las intenciones del autor o las tendencias de la crítica; vale la pena aclarar que desde el arte al contrario de la psicología puede ser mucho más valida la introyeccion que la proyección puesto que una obra de llámese dibujo, pintura o cualquier
otra manifestación plástica o visual al estar en situación comunicativa está sujeta a un sin fin de posibilidades interpretativas todas ellas iguales en su validez mas no en sus signos y significados con el riesgo de gestar las posibles dialécticas derivadas de las lecturas que por muy descabelladas que parezcan en apariencia también son el resultado de un ser sintiente, (observador), comprendiente y por lo tanto interpretante de sí mismo a partir de esa causa que lo referencia llamada obra, percepción de la violencia desde los grafismos de un niño, donde el otro puede también o no ser un símil, siendo aquello que tocado en la interpretación deja de ser inanimado para ser referente de auto comprensión en el eterno racionamiento del quehacer humano en el contexto cotidiano que obliga a todos a ser partícipes directos por acción u omisión de una guerra victimizante y victimizadora.
El arte (Sabato 1991) es varias cosas, pero en primer término es un intento desesperado de comunicación, mediante un lenguaje, sea la palabra, la pintura, o la música, que va mucho más allá del lenguaje de todos los días. El artista, el que terminara siendo artista, es un niño introvertido que se siente melancólicamente aislado e incomprendido, y que tímidamente empieza haciendo garabatos absurdos que serán más tarde el fundamento de su obra.
El arte entendido como metáfora busca entonces desde sus signos develar al niño, ser ausente que hace presencia en aquellas causas, no cosas de las cuales se vale en el devenir de sus cotidianidades, en este caso en particular las manifestaciones violentas de la guerra, en espera de ser interpretado y comprendido.
La función de los dibujos es la de participar en la intención de reflexión, al intentar llevar al niño a acceder a un mundo desde las irrealidades alegóricas para ser en sí mismo la metáfora que incline lo humano sintiente desde los signos del pensante en una auto
búsqueda que como reflejo de lo externo permite verse así mismo absuelto de los códigos de guerra y violencias de las cuales él no es responsable.
Los dibujos cuando salen de las manos del niño víctima de violencia, buscan por si mismos su propio sentido de alteridad, siéndose otro, que por sus intenciones y circunstancias vive de la confrontación de su decir con el sentir frente al hecho violento llevando implícito el símbolo y su símbolo en una catarsis chamanica de auto comunicación.
Entre las necesidades de la población infantil víctima de la violencia y desplazamiento por conflicto armado en Colombia se han encontrado los siguientes datos, temor a la gente extraña o ajena al municipio, cambios comporta mentales en los niños, un mal manejo de los conceptos de lo bueno y lo malo en relación con los actores armados, interiorización de términos bélicos, resentimiento y manifestaciones de venganza sobre uno de los actores armados, limitaciones en su desempeño cotidiano y expresiones en razón del miedo, deserción escolar, temor a acercarse a la estación de policía, el policía como ente de riesgo, temor a la llegada del avión fantasma, manejo de gestos agresivos, expresiones gestuales violentas, actos repetitivos de violencia, juegos de representaciones bélicas, sentimientos de desconfianza e inseguridad entre otros.
En general se ha observado que la violencia impacta en forma discriminada a los niños, de acuerdo al tipo de experiencia a la que ha sido expuesto, a la estructura psicológica que ha alcanzado y la edad cronológica en la que se encuentra.
Asumen el acto violento en relación con el temor del adulto y en doble vía negativa muchos de ellos lo consideran como parte inherente a la cotidianidad y en otros les mutila el derecho la fantasía infantil negándoles la posibilidad de ser gestores de su imaginario y reemplazarlo por lenguajes de connotación bélica donde el indio y el vaquero fueron remplazados por el policía, el “paraco” (paramilitar) y el guerrillero, o más allá se refugian en el miedo y se niegan a vivir su cotidianidad.
El impacto de la violencia en el niño puede observarse a partir de sus dibujos donde sin importar el municipio ya se manifiestan como iconos representativos de la violencia los cilindros de gas, el avión fantasma, las balas y los muertos, y se reconocen como ajenos al conflicto pero a su vez como víctimas del mismo.
El miedo, los simulacros, los lugares aparentemente seguros y aquellos de inminente riesgo hacen ya parte de la cotidianidad infantil, términos como los de “guerros” o “paracos” son constantes en sus lenguajes más sin embargo siguen anhelando esos espacios de juego donde su inocencia infantil hace de la lúdica uno de los medios para la elaboración de su catarsis.
“En el ataque guerrillero me dio miedo, estube en mi casa en un cuarto de abajo y nos escondimos hasta que paso el ataque después que se habian rendido los policias salimos al patio y habia un silindro y nosotros salimos de la casa….”
El dibujo de sí mismo, en muchos de los casos manifiesta características derivadas de la baja auto estima, representados en ausencia de partes corporales, tamaño en relación con el soporte, expresiones faciales tristes, posición del dibujo en el papel etc.
El dibujo de la familia, devela como se siente el niño en relación con sus parientes, algunos de los dibujos manifiestan separación afectiva, el rol afectivo de los padres para con el niño, la ausencia de uno más miembros de la familia e incluso familias muy numerosas donde el niño comparte el afecto con varios hermanos de edades similares.
“Luego que siguieron echando tiros los guerrilleros le dijeron a los policias que se entreguen y que les daban 20 minutos para que entreguen las armas luego fuimos para el pueblo y miramos ami abuelito erido y a muchos señores del pueblo.”
El dibujo del acto violento, permite hacer una lectura de cómo el niño interpreta el acto violento, a quien considera responsables al definir los actores armados, y como se define él y los suyos dentro de las víctimas.
Desde lo psicosocial…
Dentro del análisis acerca de lo manifestado en el proceso de atención psicosocial en los trabajos pictóricos realizados por la población infantil fueron evidentes sentimientos de temor y desconfianza a raíz de hecho violento, empero también un alto índice de receptividad y emotividad, capacidad de restablecimiento, así como enormes habilidades creativas, imaginativas y solidarias, que prevén opciones positivas por parte de los niños en el restablecimiento de su tejido social.
Con niños entre los dos y cuatro años de edad se desarrollaron actividades cuyo énfasis fue el juego, la recreación, la exploración materia y plástica con el fin de minimizar la experiencia violenta y suplirla por una experiencia recreativa.
Con niños de cinco y nueve años, se utilizaron los talleres gráficos como elementos de expresión emocional donde proyectar el impacto del acto violento establecer catarsis, el juego tradicional busca remplazar los juegos bélicos y de imitación del conflicto armado, los cuentos buscan dejar enseñanzas que les permita sensibilizarse sobre su proyecto de vida.
Con niños de diez y catorce años los talleres de expresión gráfica y textual, así como los socio dramas buscan expresar emociones, los cuentos y narraciones se encamina a abrir espacios de reflexivo, dialogo y trabajo en equipo.
Con niños de quince y diecisiete años, los talleres se encaminan a valorarse como multiplicadores, apoyándose en actividades de expresión pictórica textual y socio dramas, así como charlas de opinión frente al conflicto y sus posibilidades.
Con docentes se realizan foros sobre los imaginarios del niño en relación a la violencia y como ellos pueden ser partícipes de dichos imaginarios para una mayor comprensión de sus educandos.
Cada uno de los talleres es adecuado a la edad de la población, así como a sus características culturales y sus niveles socioeconómicos con el fin de generar un mayor sentido de empatía y calidez.
El pasado (Berinstain cuaderno 27) es tenaz, por la sencilla razón de que guarda muchas claves del presente. Cuando un pueblo se pregunta quién es se ve forzado a plantearse cómo pudo suceder eso y por qué se dejó someter. Eso supone confrontarse con la necesidad de asimilar experiencias brutales, o de lo contrario refugiarse en la negación y la falsa ignorancia.
En relación al diagnóstico encontrado en los diferentes municipios intervenidos, Primero que todo hay que definir que dentro del término menor de edad se incluyen niños y jóvenes con edades entre los dos y diecisiete años de edad, víctimas de violencia o de desplazamiento y por lo tanto para cada característica se deben establecer tanto objetivos como estrategias psicosociales diferentes en cada actividad, así como dependiendo del tipo de evento y de las particularidades culturales de cada región; que van desde la lúdica, hasta la expresión textual o grafica incluyendo socio dramas o mini foros, con el fin de minimizar el impacto y colaborar en la reestructuración del tejido social.
Durante la etapa de intervención y teniendo en cuenta que los derechos del niño prevalecen por encima de los demás, desde el perfil profesional se abordó a la población infantil con el fin de reforzar conductas y actitudes positivas que sustituyan experiencias negativas.
Se planteó organizar actividades en las que los niños y las niñas tengan oportunidad de expresar lo ocurrido, mantener un sentido de seguridad y estar activos para que sientan que son tomados en cuenta, para ello se tendrá encuentra como se miran a sí mismos, y como se ven en relación con su familia, así como se desempeñan en actividades que necesitan del trabajo en equipo para fortalecer su tejido social.
Muchas de las actividades realizadas en el área de artes plásticas con niños y adultos, encontraron respuestas de un afán comunicativo, un deseo de compartir con otros lo vivido, de establecer un diálogo que permita conciliar una respuesta positiva y en contra de la barbarie; muchas de las actividades son sencillas, austeras y simples, pero es en esa simplicidad donde convergen emociones y sentires, relaciones de empatía con el otro, y se le reconoce como igual en su diferencia tal vez en ese momento corto de compartir un frasco de pintura o un lápiz o tal vez en ese infantil deseo de que los juegos duren para siempre.
Es en ese pequeño espacio de taller, de lúdica, de cuento donde quienes participan pueden darse cuenta que para develar una posición no hace falta eliminar al adversario, sino que basta solo con tolerarlo, convencerlo o permitir que le convenza, todo en aras de convivir en comunidad y disfrutar de aquello que los intolerantes les están quitando.
Dentro de los logros se identifican actitudes emocionales positivas, buen desarrollo psicomotor, confianza y aceptación; gran destreza en el manejo del dibujo en relación con sus edades, así como creatividad plástica; altos niveles de tolerancia y solidaridad frente al trabajo en equipo, expresiones y comentarios de adaptación y reconstructivos a partir del evento violento; expectativas frente a las posibilidades artísticas en el aprovechamiento del tiempo libre.
No es mucho pero es algo que desencadena abrazos, risas, trabajo en equipo, constancia y creatividad, simples ganas de ser haciendo, demostrando entre susurros que hay otro camino diferente al de las armas y los muertos.
Referencias
Beristain, C. (2002) JUSTICIA Y RECONCILIACIÓN El papel de la verdad y la justicia en la reconstrucción de sociedades fracturadas por la violencia Editado por HEGOA. Instituto Universitario. Universidad del País Vasco Cuadernos de trabajo nº 27.
Debray, R. (1993) Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en occidente. Ediciones Paidos. Barcelona.
Deleuze, G. (1996) Crítica y clínica. Lo que dicen los niños. Trad. Thomas Kauf, Barcelona. Ed Anagrama.
DERRIDA Jaques. Las artes del espacio. Entrevista de Meter Brúñete y Davis Wills realizada el 28 se Abril de 1990 en la laguna Bach, California publicada en Decostruccion and visual Arts. Canbrige University Press, cap 1, pp 9-32
Levinas, E. (2002). Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad. Sexta edición. Ediciones Sígueme Salamanca.
Sabato, E. (1991) Entre la letra y la sangre. Conversaciones con Carlos Catania. Ed. Seix Barral. Biblioteca Breve Argentina.
Sartre, J. (1983) El existencialismo es un humanismo. Ultramar editores. Mallorca. Barcelona.
[1] Curriculum Vitae: Maestro en Artes Plásticas, Tecnólogo en Cerámica, Licenciado en Educación Preescolar y Básica Primaria, Especialista en Estudios Latinoamericanos con énfasis en Educación e Investigación, Maestría en Etnoliteratura, diversos diplomados y capacitaciones en atención psicosocial, educación y arte; como artista 6 exposiciones individuales 25 colectivas, un Salón Regional y un Salón Nacional. Experiencia en proyectos de Atención Psicosocial y psicopedagógica con niños víctimas de desplazamiento y violencia por conflicto armado en Colombia para el ICBF regional Nariño, proyectos de investigación creación con comunidades víctimas del conflicto armado, para diferentes ONGH, Docente hora cátedra ops convocatoria en investigación creación del programa de maestría en artes visuales de la facultad de artes de la Universidad de Nariño, actualmente tutor de la Escuela de Ciencias de la Educación CEAD Pasto de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD.
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