Cuando el sacristan cerró la puerta de la iglesia era ya noche cerrada. Salimos de nuestro escondite y nos dirigimos al edículo central en el que ibamos a pasar la noche. Hacía más de dos horas que nuestro amigo Fermín había entretenido al guardián del templo mientras nos escondiamos y aunque desde el mediodía no habiamos comido, en nuestros estómagos sentíamos un nudo de nervios ante lo que nos esperaba y lo que menos teniamos era hambre. Subimos a tientas a la segunda planta del templete central, nos sentamos en los bancos de piedra que rodeaban el altar y no cruzamos más palabras, solo esperamos. No se cuando me dormí o si dormí, no se si soñe o sentí, si escuché o imaginé, pero aquella noche comprobé ese proverbio indio que asegura que los sonidos son intemporales y flotan en el lugar más allá del espacio y el tiempo. Mil ruidos surcaron la noche y nuestro subconsciente dentro y fuera de la iglesia y algunos de ellos me erizaron la piel. Recorrí hacia atrás cada uno de los episodios de mi vida y me confabulé con mi destino y mi futuro. Me hice a mi mismo todas las preguntas que el Gran Maestre realizaba siglos atrás a cada nuevo caballero templario en las tres fases del rito iniciático. Fue la más valiosa instrospección y búsqueda interior que he realizado jamás. No estaba muy seguro de aquellas cosas a las que renunciar, pero si tenía seguro porqué tenía que luchar y no era otra cosa que ser un buen Maestro.

Cuando la luz del amanecer comenzó a inundar el recinto por la linterna superior centramos nuestra atención y efectivamente, el primer rayo de luz que entró se reflejó sobre el altar central. Sentí en aquel momento ser un elegido. Aquel reto, aquella empresa, comenzó en la cena de despedida de la promoción de Magisterio del 84. Nuestra Profesora de Historia nos había inundado la mente de relatos y datos sobre los Templarios, de sus ritos iniciáticos, de lo exotérico y lo mágico de sus leyendas y entre las lecturas y comentarios hubo una afirmación que nos poseyó: "cualquier maestro que se precie debería pasar por el trance de un rito iniciatico como el que vivian los Caballeros Templarios" . Y que mejor cosa que revivirlo un día 7 del mes 7, número mágico para estos caballeros, en el templo único por su planta y misterio que es el de la Veracruz de Segovia, Ese día, el 7 de julio, según los escritos y la leyenda, la luz del amanecer arrojaba su primer haz sobre el altar en donde el Gran Maestre besaba a los nuevos caballeros.

Desde aquel siete de julio rememoro aquella "barrabasada" con el ahinco de renovar mis votos de maestro, mi compromiso con la escuela, mi intención de innovar siempre. con el afán de mejorar, de dudar siempre en la búsqueda del Santo Grial de la educación. Y evoco a veces a Beltrand Russell cuando afirmaba que "muchos de los problemas de la humanidad se fundamentan en que los ignorantes están seguros y los inteligentes dudan".Trasladen esto a la escuela...

Y en esa reflexión siempre llego a la conclusión de que la Escuela es a veces denostada por los que administran con el mismo desprecio con el que se procesó a la Orden del Temple. Los cardenales del Clemente V de turno no reconocen la valía de los que en la educación tienen como empresa la innegable cruz de conducir sin peligro a los peregrinos de Jerusalen.

Nos hacen pasar por los niveles iniciáticos de compromiso, nos pertrechan de planes y programas, de órdenes y decretos que visten a los centros con la presencia emblemática que la capa blanca con la cruz roja daba a los Templarios, nos mandan contra las murallas del infiel, con relucientes armas, las TIC, el Plan de Apertura, el Bilingüísmo, el Plan Lector, El de Calidad, Escuelas deportivas, Espacio de Paz y nos piden a los Directores/as que nombremos a los caballeros/as más bragados/as para que los coordinen. Y cual iluminados Franciscanos que defendían que Cristo no tenía bolsa de dinero, desarrollamos la labor como guerreros, con mil batallas, con mil sufrimientos y con nimias recompensas de reduccines horarias por única caballería. A alguien parecido al Felipe IV frances de 1307, que impulsó la apertura del proceso a los Templarios, se le ha ocurrido que esta cruzada se gana sin llegar a Tierra Santa y sin caballo y ha dispuesto ahora que los coordinadores/as de los planes hagan lo que puedan cuando quieran, sin mas que migajas horarias de asueto y dieta. Y si ellos no quieren, ya están ahí sus Directores para encomendar y convencer a voluntarioss de entre todos/as los/as maestros/as para que desarrollen el mismo trabajo con la mitad de tiempo o sin ninguno y por supuesto sin dispendio, osea cual caballeros del Temple cuyo único pago era alcanzar el paraiso celestial en las Cruzadas.

No, señores/as "manijeros" del BOJA, así no se encontrará jamás el Santo Grial. Van Ustedes a contracorriente. Y en verdad les digo que si piensan que este Director Templario, como tantos otros/as, tememos a la hoguera de sus despropósitos, les diré que no, porque prometímos servir a la causa., sin un paso atrás, con la espada en alto en nombre de la verdadera "lignum crucis" que no es otra que el orgullo de cumplir con nuestra tarea, la de allanar el camino de los peregrinos aprendices de hombres y mujeres integros.

Si supieran cual es la realidad que se vive en las escuelas, si supieran sacar el mejor rendimiento a su soldadesca en vez de suponerles en la retaguardia, miedosos y desganados, si supiesen la cantidad de grandes profesionales que nunca mirarán hacia atrás, que nunca dimitirán de la acción aunque entreguén sus cargos, no ordenarían como lo hacen, con nocturnidad y alevosía. Finalmente aquí permaneceremos los maestros/as directores/as del Temple que lucharemos contra viento y marea y que mandaremos a nuestras huestes a "la Cruzada", a cualquier hora, sin ningún botín como recompensa, Señores/as que administrais los recursos y los recortes, necesitarían pasar por uno de aquellos ritos iniciáticos templarios, deberían haber hecho noche en la Consejería reflexionando sobre la viabilidad de sus Reglamentos y haber intentado ver la luz del amanecer en su altar impoluto.

Compañeros/as Directores/as, no temais a la hoguera, ni a la tortura, buscad la magia del número 7 y sino la encontrais, siempre os quedará un recurso. " uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril ...7 de julio, ¡San Fermín!

Visitas: 67

Comentar

¡Necesitas ser un miembro de Internet en el Aula para añadir comentarios!

Participar en Internet en el Aula

Comentario por Juan Carlos Rico Leonor noviembre 15, 2010 a las 10:27am
estimada Ptricia, solo con que alguien pare un momentoa a reflexionar sobre mis humilde aportación me siento mas que realizado. así que te agradezco y me alegro porque haya personas, maestros/as como tu que no quieran quedarse atrapadas por la tiza...
Un abrazo de templario a templaria
Comentario por Patricia Martin noviembre 15, 2010 a las 3:15am
INCREÍBLE, RENOVASTE MI VOCACIÓN AL LEER TU BLOG; NUNCA LE TUVE MIEDO A LA HOGUERA PERO SIENTO DESEOS DE DESAFIARLA...EL PROBLEMA ES QUE SI NO ENCUENTRO LA MAGIA DEL NÚMERO SIETE, EN ARGENTINA NO CONOCEMOS "SAN FERMIN"

Y evoco a veces a Beltrand Russell cuando afirmaba que "muchos de los problemas de la humanidad se fundamentan en que los ignorantes están seguros y los inteligentes dudan" CON TU PERMISO, YA LO ESTOY COLGANDO EN BLOG

Foro

Principio de Arquimedes

Iniciada por Modesto Vega Alonso en Proyectos 1 Sep.

Fuerza centrifuga y "Duelo de fantasmas"

Iniciada por Modesto Vega Alonso en Proyectos 7 May.

Estudiar Física observando la naturaleza

Iniciada por Modesto Vega Alonso en Proyectos 1 Ene.

Física. Energía y trabajo

Iniciada por Modesto Vega Alonso en Materiales didácticos 8 Mar 2023.

Ofrece tu blog... o tu sitio web 905 contestaciones 

Iniciada por Antonio Ruiz en Proyectos. Última respuesta de Jose Manuel García Plazuelo 13 Mar 2022.

Miembros

Distintivo

Cargando…
Licencia de Creative Commons
Lo publicado está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento 3.0.

2024   Creado por Red Social INTEF.   Tecnología de

Emblemas  |  Reportar un problema  |  Términos de servicio