El día 16, a las 20:15, recibí un mensaje de correo electrónico de la organización del Congreso Internet en el Aula en el que se me informaba que, tras el proceso de revisión llevado a cabo por el Comité de Programa del Congreso Internet en el Aula, la contribución que envié (de la que soy coautora) había sido aceptada para su presentación en la sección presencial de dicho Congreso (Sede: Granada). Para que se incluyera en las Actas del Congreso, nuestra comunicación debía ser redactada en el formato establecido –un texto a dos columnas- al que se accedía a través de un enlace incluido en dicho mensaje.
Al día siguiente, a eso de las 11:15, recibí una llamada en la que se me informó en el mismo sentido y, además, se me avisaba de que tenía 48 horas para enviar la comunicación en el formato establecido si quería que se publicara. Lo del plazo de las 48 horas ya me pareció una condición bastante gravosa. ¿Son conscientes los señores y señoras de la organización de lo que se cuece en los centros en esta época del año? Y otra cosa: ¿Ha sido la organización tan cumplidora en los plazos (de inscripción al Congreso, de publicación de los programas, etc.) como para ser tan extremadamente exigente?
No obstante, obedientemente y dejando a un lado otras cuestiones laborales también urgentes, y a costa de mi descanso, me puse a adaptar al dichoso formato establecido mi contribución –que ya subí en su día a través de un enlace de la página del Congreso en el formato que me pareció oportuno puesto que no había indicaciones al respecto-.
Pero ahí no queda la cosa: Esta misma tarde (día 18), a las 15.15 recibo otro mensaje de la organización, con el asunto siguiente: “NUEVO FORMATO CONTRIBUCIONES”; el texto sobre este asunto dice así: “Como sabes has sido seleccionado para realizar una ponencia durante el Congreso Nacional Internet en el Aula. Es necesario que nos remitas una presentación en Power Point que se adapte a la plantilla que enviamos con este correo, dispones de un plazo máximo de 48h para remitirlo a esta misma dirección indicando claramente la sede adjudicada. Podrás ver las recomendaciones a seguir en la realización del documento Power Point, que puedes leer en el archivo Word adjunto.”
En un primer momento interpreté que se trataba del formato que se exigía para la presentación en el Congreso Presencial. Pero como no me quedaba claro cómo tenía que enviar la comunicación que ya había acabado de formatear, llamé al teléfono del Congreso y una señora me dice que han recibido esas instrucciones –creo recordar que a última hora de ayer, aunque yo he recibido el mensaje esta tarde- y que es en este último formato (en Power Point) en el que lo tengo que enviar a efectos de publicación en las Actas. No me lo podía creer. Al margen de la indignación que me provoca la imposición de un programa comercial determinado, que no es poca, me da la sensación de que me están tomando el pelo. Este congreso se organiza con dinero de los y las contribuyentes, y creo que hay que exigir que quienes están al frente de estas iniciativas estén a la altura. En este caso, no lo han estado.
Que no cuenten conmigo, que no me voy a presentar.